Hay quienes dicen que es un mal día, depende de para qué y/o para
quién.
De lo que no hay duda es de que la Gerencia de cierto diario
local, venido a menos, ha traicionado la confianza que tradicionalmente ha
existido entre los vendedores de prensa y ese editor, al asestar una "simbólica"
puñalada trapera a todo el colectivo, con su torpe, errática y absurda política
de gestión de las suscripciones, al
decidir, a contracorriente del resto de editores de prensa, negarles a los
nuevos suscriptores su derecho a recoger el
periódico en el kiosco.
Con ello, han originado un conflicto donde
no existía, y de consecuencias impredecibles, salvo en algo que es obvio:las
buenas relaciones entre ese editor y el colectivo, son historia, lo mismo que la
exposición preferente en el punto de venta de ese periódico, o su recomendación
cuando un foráneo nos pida un periódico local.
Los vendedores de
prensa, no hemos iniciado éste conflicto, no hemos comenzado las hostilidades, ni queremos entrar en guerras, pero
que a nadie le quepa duda de que no rehuiremos la pelea, si lo que está en juego
es nuestro futuro y nuestra dignidad.