- Desconfiad de correos electrónicos que provengan de fuentes que no conozcáis, y no hagáis clic sobre enlaces que puedan llevar este tipo de correos haciendo referencia a supuestos documentos.
- Desconfiad de correos que puedan estar escritos en inglés, o en un español con faltas de ortografía sospechosas.
- No abráis correos de agencias de mensajería si no esperáis ninguna entrega, ni correos de organismos oficiales (declaraciones de la renta, por ejemplo) de los que no estéis esperando algo concreto.
- Desconfiad de enlaces a supuestas facturas de compras que no habéis realizado.
- Tened cuidado con correos electrónicos procedentes de entidades bancarias, y más aún, si no sois clientes de esas entidades.
- Tened precaución cuando naveguéis por internet y no descarguéis contenidos de webs de dudosa reputación.